Todas las experiencias de la vida pueden mostrarnos universos desconocidos y extraños. Hay que atreverse a dar el paso, cruzar el umbral con los ojos bien abiertos y mirar, como un niño lo haría, el mundo recién nacido que nos ofrece nuevas posibilidades, con curiosidad y ganas de aprender. Ir bien provistos para la aventura, con el alma como un cuaderno de páginas en blanco y la energía suficiente para escribir en ella, con un idioma antes desconocido.
...«Cuando uno nace comienza un proceso de crecimiento que sólo se detiene con nuestro último aliento. Es un proceso único, porque únicos somos. Cada etapa tiene un valor y un significado; a veces creemos que nos ocurren desgracias que no tienen ningún sentido, entonces es cuando debemos, con más fuerza y empeño que nunca, utilizar pensamientos positivos que hagan surgir sentimientos igualmente positivos. Hace falta tener FE y PACIENCIA, y un amigo que nos acompañe en nuestro camino. Aquí estoy, siempre».
LAMARI